La temporada pasada empezaron a conquistar nuestras calles unos shorts... que ya de tan shorts, perdieron su nombre. Siguiendo la estela de lo que ya publicara el año pasado Moderna de Pueblo en su "encuesta shorts", podemos continuar este año. Han vuelto amigos. 

La Agencia Estatal de ropa estrafalaria informa sobre ello. En las próximas semanas la invasión de shorts, también conocimos como "chochorts", porque es lo único que cubren y porque les viene bien por el tipo de prenda tan deplorable que es... volverán a invadir nuestras avenidas, parques, universidades, etc. 

El otro día ya vi a la primera chica con unos puestos. Y como llevaba una camisa un poco larga, pensé, sinceramente, que no llevaba pantalones puestos... hasta que se movió y descubrí que los "chochorts" no se habían extinguido. 

¿Qué opináis al respecto? ¿Sois de mi opinión? ¿O habéis claudicado a esta "moda" veraniega?

Un besote. 

El sábado estuve en Madreatmarket, un sitio al que llevaba deseando ir desde la primera de sus ediciones en el mes de octubre, la cual se celebró además en el Jardín Botánico de la Complutense. Me acuerdo que justo ese fin de semana estaba mi amiga Luna en casa por temas o de máster o de libro, pero no pudimos ir. Así que, tras muchos meses cansando por activa y por pasiva a mis padres, que son a los que acabo arrastrando a estos sitios, ya que me da un poco de cosa arrastrar a mis amigos a estos saraos sin saber qué nos vamos a encontrar, lo logré.

El sábado nos plantamos en Azca, que es desde varias ediciones, el lugar donde se viene celebrando, y la primera impresión fue pensar que nos habíamos equivocado de sitio. Porque salimos de la estación de tren de Nuevos Ministerios y por más que buscábamos y aunque veíamos un parque de lejos, nada parecía indicar que allí se estuviera celebrando nada. Pero, ¡ay amigos, qué traicionera es la vista!

Decidimos dejar de fiarnos de ella, y hacerle caso al olfato, que él sí que nos decía que por allí se estaba cociendo, nunca mejor dicho, algo interesante, y entonces sí, llegamos al lugar y... ¡casi nos da un pasmo! Allí había más gente que en la guerra, pero como está en una especie de hoyo todo metido, en un principio no parece que allí haya alguien o algo. Nuestra segunda impresión fue: "¿pero aquí qué huevos vamos a comer con toda la gente que hay?" 

Esto, los que queráis ir en siguientes ediciones, deberíais tenerlo en cuenta. Necesitáis ir tranquilos y tener un poquito de paciencia, porque sí, hay que hacer colas. Porque no nos engañemos, es Madrid, y en Madrid cosa que hay, cosa que se peta. Y esto es así, desde que Madrid es Madrid. Pasado ese momento de: yo cojo y me vuelvo a mi casa y me preparo dos huevos fritos. Viene el siguiente paso "duro". Elegir entre todos los camiones de comida que hay. Porque esa es la gracia de este evento, comprar la comida en los típicos camiones de comida que podríamos ver en América. Una vez elegido uno de los camiones, hecha la primera cola (que es de las peores porque son las dos de la tarde y tienes más hambre que el perro de un ciego), y comido el primer aperitivo, hamburguesa, plato, whatever, ¡ya estás metido en la movida del sitio! El gremling de la barriga se ha tranquilizado un poco, y ahora elegir el siguiente sitio es mucho menos estresante, las colas ya no parecen pesarte tanto y además, vas divisando los mejores sitios para sentarte. Esto no es un problema, aunque veáis que hay gente para aburrir, el lugar es muy grande y siempre encuentras un trozo de sombra, de sol y sombra, de sol, donde poder sentarte a comer lo que has comprado sin tener que pelear con nadie. 

Ahora os cuento mi opinión.

Yo volvería a repetir. ¿A pesar de las colas y el bullicio, Aran? Sí, repetiría. ¿Por qué? Porque hay un montón de camiones que es imposible probar, no creo que nadie en su sano juicio pudiera, a no ser que se llamase Homer. Y porque me parece que es una opción muy muy chula dentro de Madrid para hacer algo distinto. De hecho, lo recomendaría si no sabéis donde llevar a algunos amigos que no conocen Madrid, creo que les gustaría. Además, los precios tampoco son sangrantes. 

¿Y cuándo se celebra Madreatmarket? Pues el tercer fin de semana de cada mes: viernes, sábado y domingo. Aunque en mayo lo adelantan por el puente. De todos modos, os dejo sus redes sociales por si tenéis curiosidad. Facebook, Instagram, Twitter. 

Un besito y nos vemos muy pronto.

Espero vuestros comentarios, ¿os animaríais a ir? 

Al fin he recuperado mi ordenador, y con ello, el blog. Vuelvo a la carga, y en este caso, empezamos con las entregas mensuales de los Cortos de Animación de los que os hablé hace unas semanas en la entrada "próximamente en el blog".

Este mes os traigo un corto de animación llamado "Out of Sight", que nos habla de cómo es la imaginación de un niño invidente. En concreto nos muestra un paseo por la ciudad de una niña invidente, llamada Coco, y su perro, Gogo y de todo lo que les acontece a lo largo de la caminata, o mejor dicho, lo que ella imagina que les está sucediendo.  

Es un corto realizado por tres estudiantes,  Ya-ting Yu,  Ya-Hsuan Yeh y Ling Chung, de la Universidad Nacional de las Artes de Taiwan. El primero de ellos, es el director y además el que se encarga de la parte de animación. El segundo, de los fondos, el color y la composición, y por último, el tercero también está encargado de parte de la animación del corto y de darle color. 

Si nos paramos un momento a mirar tan solo los fondos del corto, me parecen una genialidad del dibujo y de la creación. O será que yo estoy enamorada de la animación y de sus dibujos. Pero os animo a pararos un momento y mirarlos. 

Según he podido leer, en un primer momento se pensó hacerlo todo con photoshop, pero finalmente decidieron que los trazos a mano comunicaban mejor. Podemos ver de hecho una gran influencia de StudioGhibli. Aquí os dejo algunas imágenes de las fases de creación de algunos personajes y elementos del cortometraje. 

Por último solo me queda invitaros a ver el vídeo. Tan solo son cinco minutos y os prometo que no os dejará indiferentes y que os hará poneros en el lugar de estas personas. Espero vuestros comentarios y opiniones. Y si queréis ver más imágenes del "making off", aquí os dejo la web del corto. 

Esta semana me he decidido por contaros un poquito más de mí y traeros un "Me gusta / No me gusta", y así, de paso, vemos si tengo lectores con gustos similares u opuestos y qué podemos sacar de todo ello. Quizá ideas para más entradas. 

Hoy, en principio, solo os traigo la parte de los "me gusta", para no resultar cargante, pero prometo que otro día lo dedicaré a hablar sobre los "no me gusta". 

De todos modos creo, sobre todo de los "me gusta", que haré muchas más actualizaciones. 

Aquí os dejo con las nueve imágenes de cosas que me gustan, y debajo de ellas, las explico brevemente. 

Pulseras - Cuaderno - Washi - Sombrero - Vestido - Puntitos - Bolígrafos - Jour - Helados

1. Pulseras Cruciani. Llevaba mucho tiempo viendo este tipo de pulseras en las muñecas de muchas de las chicas que me cruzaba por la calle y las tenía en mi lista de deseos. No solo porque me parecen preciosas, sino porque con mi muñeca raquítica es de las pocas que puedo llevar sin que al mover el brazo salgan despedidas. 

La primera que me compré fue la del cáncer, que es de color rosa claro y con los lacitos bordados, (otro día subo foto). La compré por un lado porque me parecía muy bonita, pero sobre todo porque, ya no recuerdo si todo el dinero o una parte de lo que valía, lo destinaban a seguir investigando contra el cáncer y para mí es importante contribuir con ello. Además quien me conoce sabe que la llevo siembre y que... no será la última. 

2. Cuadernos Imborrable. Es una marca de papelería que conocí hace unas semanas en el Mercado del Diseño del Matadero de Madrid, y me enamoré, sobre todo de sus portadas. Hay una de cereales americanos que...wow. Están en mi lista porque allí al final no compré ninguno porque había tanto donde elegir y tantos puestos que había que pensar bien qué comprar. 

3. Los Washi-tapes. Los adoro y si no fuera porque no hay liquidez económica suficiente, y algunos me parecen excesivamente caros, tendría cientos. Pero cuando paso por alguna papelería de estas que tienen cosas bonitas, siempre cae al menos uno. 

4. Los sombreros de paja. Pero solo los que son como los de la foto, las pamelas tipo Ascott, no, gracias. Y además, aunque me gustan mucho, solo me las pongo cuando voy a la playa porque en Madrid me siento muy rara. 

5. Los vestidos hippies. Pero solo los largos. Me encanta y para verano me parecen geniales. Por el momento tengo dos, y los adoro, a pesar de que llenen medio armario ellos solos. 

6. El estampado de puntitos/topitos. Mi madre dice que le parezco en este sentido a mi abuela materna, porque a las dos nos gustan mucho, como el estampado de flores, y cuando vemos algo con esos dibujos se nos van los ojos a ellos y nos enamoramos. 

7. Bolígrafos. Pero no cualquier bolígrafo, los que podemos denominar "bonitos", como los de la foto. Aunque también me encantan los de Jordi Labanda e Inoxcrom. Pero eso sí, que escriban bien, que luego algunos por muy bonitos que sean, no sirven para nada, y hay que recurrir al bic de toda la vida que no falla. 

8. Perfume "Jour" de Hugo Boss. Me vino una prueba con una revista y lo guardé como oro en paño hasta que para mi 24 cumpleaños mi madre me lo regaló. Solo me lo echo para días concretos o importantes. Aunque en realidad mi repisa de los perfumes da miedo, aunque la mitad son las llamadas imitaciones, que hacen que sufra menos el bolsillo. 

9. Los helados. ¿Quién puede vivir sin helado? En mi casa están presentes los 365 (366) días del año. Yo soy fan del de chocolate, straciatella y, por culpa de mi amiga Luna, ahora del de dulce de leche. 

Y por el momento, eso es todo, creo que os he dado la brasa lo bastante.

Un besote. 

Aran.