¡Buenas tardes! ¿Qué tal vais?

Pues estaba estos días pensando qué contaros, con qué actualizar... y mientras me dedicaba a ello, me quedé mirando las fotos que tengo en la memoria del teléfono y me di cuenta que he ido a un montón de sitios que no os he contado por aquí. Así que, qué mejor que tirar de visitas a sitios geniales.

En esta ocasión os hablo del restaurante/hamburguesería: La Pepita. 

Llevaba mucho tiempo leyendo reseñas sobre gente que había ido y babeando con las hamburguesas que subían a su facebook, y quería ir a ver si de verdad eran como mostraban y para crearme mi propia opinión. 

Lo conseguí en una de las visitas veraniegas de Selene. No sabíamos dónde comer aquel día, y como era viernes, podíamos ir a probar los menús del día de algunos sitios que tenía en mi lista. Así que nos decidimos a ir. Se encuentra en la calle Alonso Cano, 103. Se llega muy bien con el metro. 

Nosotras fuimos, creo, desde el metro Alonso Cano, línea 1, pero mirando ahora el mapa, igual pilla mejor desde Nuevos Ministerios. Probaré la siguiente vez que vaya y os cuento. 

Nada más entrar, me gustó mucho la decoración, es tipo industrial. Os dejo algunas fotos para que juzguéis vosotros mismos. Al menos este local es muy espacioso y como fuimos pronto, no había agobio de gente. Pero a pesar de ser viernes, y de ir llegando gente cada poco, se estuvo muy bien. 

 ¿No os parece genial? 

Los camareros que nos atendieron, un chico primero y una chica después, fueron muy amables y correctos en todo momento. Nos dieron a elegir entre el menú del día, explicándonos las hamburguesas que entraban de la carta en él, y dejándonos también la carta por si el menú del día no nos convencía. 

Aquí os dejo la foto del menú del día de aquel día (valga la redundancia). Podías elegir entre unas cuantas hamburguesas que ellos te decían de la carta o los Huevos Camperos. Y luego, entre los tres postres que venían en el menú, más la bebida. Os puedo asegurar que la hamburguesa llena bastante y no se echa en falta un primero y un segundo, así que, me parece adecuado un plato principal y un postre, por 12.50. Además, estas hamburguesas no tienen absolutamente nada que ver con las de las cadenas de fast food, os lo puedo asegurar. 

También hice una foto al mantelito que te ponen, donde te explican los tipos de carnes con las que hacen sus hamburguesas, los tipos de panes, las patatas, las salsas y el menú infantil. Siento la calidad de la foto...

Nosotras finalmente no elegimos el menú, aunque las hamburguesas que entraban en él sonaban maravillosamente bien, pero nos enamoraron otras que no estaban dentro. Así que, como un día es un día, y no sabíamos cuando volveríamos, queríamos probarlas y llevarnos un buen recuerdo. 

Selene se pidió la Pepita Sorrentina, que así es como llaman a sus hamburguesas. En concreto estaba compuesta por: Burger de ternera, rúcula, mozzarella fresca, orégano, tomate seco en aceite de oliva y cebolla crujiente. Os dejo la imagen para que podáis empezar a babear sobre vuestros teclados, porque esta Pepita lo merece. 

¿Qué os parece? La visita, ya os digo, que valió mucho la pena y aunque pedimos fuera del menú del día, no se me hizo muy caro, la verdad. Ahora mismo no recuerdo concretamente el precio, pero no más de 7-7.50 por las hamburguesas que nosotras elegimos. 

¿Os he despertado el gusanillo? La próxima vez, quizá me decante por el menú y así os cuento si hay mucha diferencia entre las hamburguesas del menú y las de la carta. 

Yo he tenido visita en casa, invité a cenar y dormir a mi amiga Nat, que andaba un poquito de bajón y así, se distraía. Habíamos hablado de ver alguna película después de cenar... pero no se nos ocurría ninguna. Hasta que a mi cerebro llegó un ¡clic! Me acordé de la película que había dirigido Leticia Dolera: "Requisitos para ser una persona normal", y aunque no sabía muy bien de que iba, ni había visto el tráiler, por lo que me cerebro recordaba, era cómica. Suficiente. Había que elegir algo ligero, dinámico y con humor.

Si un día estáis algo apáticos, aburridos o simplemente solo queréis pasar un buen rato viendo una película, os la recomiendo. Solo hay que ver el cartel para saber que hay algo divertido en ella.

No es la octava maravilla, pero yo soy de las personas que creen que no todas las películas sirven para todos los momentos, y que en ocasiones, es necesario tener este tipo de películas más livianas para divertirte un rato y dar alguna carcajada. 

Tiene escenas muy absurdas, otras algo más "intensas" y otras, pueden llegar a hacerte sentir un poco identificada con la protagonista. 

Nat y yo coincidimos en que en algunos momentos, sobre todo por la música, nos recordaba a Juno. 

Pasamos 90 minutos muy entretenidas y la verdad, creo que la voy a meter en mi cajón de películas para ver cuando necesito olvidarme de todo y pasar un buen rato. 

Además, el chico que hace de Borja, que no lo había visto antes en ninguna película o serie, me gustó mucho, la mitad de las carcajadas me las arrancó él. 

Para los que no la hayáis visto, os dejo una pequeña sinopsis sacada de la página web de la película:

María de las Montañas es una chica de 30 años un tanto peculiar y con un objetivo: convertirse en una persona normal. Para ello, elabora una lista con los requisitos fundamentales para serlo, se da cuenta de que no cumple ninguno de ellos y se propone hacer todo lo posible para cumplirlos.