Los que me conocen saben que tengo una lista muy grande (ahora una aplicación) con todos los sitios de Madrid que me gustaría conocer, y cua...

Descubriendo un nuevo rincón de Madrid: Magasand.

19:29 Aran 0 Comments

Los que me conocen saben que tengo una lista muy grande (ahora una aplicación) con todos los sitios de Madrid que me gustaría conocer, y cuando me refiero a "sitios", quiero decir: restaurantes, bares, cafeterías, teterías, etc. Todo aquello que ponga algo de comida sobre la mesa.

Este viernes mi amiga Selene andaba de nuevo por Madrid para presentar de nuevo otra de sus novelas escritas a cuatro manos, "Rojo y Oro" (no me paga por hacer publicidad, ¡lo juro!) y como sé que le gusta que la lleve a sitios que tenga pendientes en mi lista, nos acercamos hasta Magasand. Un restaurante donde podemos encontrar una muy buena opción para comer algo más sano y equilibrado, y salirnos un poco de la típica hamburguesería y sitios de menú del día.

La oferta de Magasand es increíble. Nosotras optamos por el local de la calle Columela, muy cerquita de la Puerta de Alcalá. Estuvimos un rato largo mirando la carta, porque tiene muchísimas opciones de sándwiches, piadine, bagels y demás; solo hay que echar un vistazo por la carta virtual de su web:

Bagel Beef (pan de cerelaes - 7.50€) - Foto de la web.

Hot Vegas (5.40€) - Foto de la web.


Sin embargo nosotras acabamos optando por las ensaladas, que también tenían una carta con varias. Selene optó por Rucurola Royal (Rúcula, escarola, aguacate, parmesano, uvas rojas, pavo, quinoa, nueces, reducción de balsámico) en tamaño pequeño: 7.20€, y yo preferí la Sobrino Consentido, que ya solo por el nombre, es genial (Mezclum, pollo asado,tomates secos, parmesano, nueces y vinagreta de Módena.), también en tamaño pequeño, por 6.80€. Os juramos que estaban riquísimas. 

Y como a las dos nos encanta la limonada y aquí la hacen con lima, limón y menta (limonjita la llaman), pues pedimos una jarra para compartir, 8.00€. Quizá un poco excesivo el precio, pero nos dio casi para dos vasos y medio a cada una, si mal no recuerdo. ¡Y estaba muy rica! Con deciros que el constipado y el embotamiento que llevaba me lo despejó muchísimo. ¡Tenéis que probarla!


Aquí tenéis la foto real de lo que comimos. Aunque son el tamaño pequeño de ensalada, os puedo asegurar que os quedáis bastante bien. Y si os quedáis con hambre, siempre podéis pedir un sandwich o pizza, que también hay en la carta. 
Del postre no os puedo hablar, porque nos fuimos a otro sitio a tomar té. Pero para una comida de medio día, una merienda o cena ligera, está estupendo. Se queda en mi lista de aciertos a los que volver. Y vosotros, ¿lo conocíais? 

¡Una abrazo!



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Ayer me confirmaron que he sido aceptada para dar una conferencia en un congreso. Mi primera ponencia y mi primer congreso. ¿Y qué tal? ...

El síndrome del impostor.

23:47 Aran 2 Comments


Ayer me confirmaron que he sido aceptada para dar una conferencia en un congreso. Mi primera ponencia y mi primer congreso. ¿Y qué tal? Pues aterrada. Soy Arantxa, ¿qué se podía esperar? 
Quizá no tanto por subirme a una tarima y hablar en público, que también, sino por no decir más que incongruencias sobre mi tema de estudio y que los investigadores del comité piensen que soy idiota. Me dan miedo las preguntas que puedan hacerme, sobre todo, no saber responderlas con soltura o con suficiente madurez mental. 

Muchos amigos que están como yo, en el doctorado, me dicen que no me preocupe. Que es mi primera conferencia, que acabo casi de empezar la tesis (un año y cuatro meses llevo) y que es comprensible que no sepa todo lo que puede saber un investigador que lleva metido en un tema como el mío desde hace treinta años. Pero da igual, mi mente se niega a asimilar eso, y piensa que se van a quedar ojipláticos escuchándome decir insensateces. Cierto es que solo tendré que exponer durante diez minutos, pero... en diez minutos se pueden decir muchas incongruencias. Y luego, tendré que escribir un artículo que se publicará en una revista de historia del arte. Eso ya sí que me da pavor, no quiero que mi artículo acaba siendo una burda unión de palabras sin sentido.

Sé que habla el miedo, y el síndrome del impostor que se me comió ayer, porque no te sientes digno de estar en un congreso donde hay expertos, porque piensas que no tienes la madurez o sabiduría suficiente para enfrentar algo así, o simplemente, porque crees que de repente descubrirán que eres un impostor, de ahí el nombre del síndrome, y que estás ocupando un puesto de alguien que vale más. 
Sé que todo esto no son más que inseguridades, inseguridades que sólo se pueden vencer presentándome a un congreso detrás de otro y demostrándome a mi misma la primera, que yo puedo, y que tengo el cerebro suficiente para hablar de algo coherente, de responder con inteligencia a las preguntas y de escribir un artículo que pueda servir a personas que se encuentren estudiando en mi campo. 

Todo eso lo sé, pero por el momento, no puedo evitar que me lleve por delante este síndrome...
De momento tengo casi mes y medio para preparar un artículo decente que defender delante de un auditorio. Y sé que voy a hacer todo lo posible para que quede bien, de hecho, ya he empezado a moverme para sacar información relevante de debajo de las piedras. Como por ejemplo, haciendo entrevistas y buscando catálogos por  todos lados. 

En unos meses sabremos si salgo victoriosa de  todo esto, o me he dado el golpe de mi vida.

Aran. 

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