Últimamente pasamos mucho tiempo por la zona de Pacífico, y eso nos está llevando a encontrar pequeños rincones escondidos dignos de conocer. 

Hoy os hablaré de Fogg Bar, un pequeño local en el cual recomiendo reservar si tu intención es la de ir a comer o cenar. 

Su carta no es muy extensa, pero es más que suficiente. Tiene tostas, hamburguesas, ensaladas... Diréis, lo típico, Aran, lo típico. Pues no, la estrella de la cara son las butifarras. Nosotros pedimos dos para compartir y terminamos realmente llenos, porque no tienen nada de chiquititas. Sino, mirad las fotos a continuación. 

En concreto nuestra elección fue: 

- Butifarra 1891 (con piñones): 8.50€

- Butifarra negra de Vic: 8.70€

Ambas traen como acompañante una rebanada de pan tumaca (¡y qué pan, amigos!)  y una patata cocida con alioli por encima. ¿Comprendéis ahora por qué acabamos llenitos? Pero la verdad es que está todo delicioso.

[Esta foto es de un segundo día]

El camarero que nos atendió nos comentó que la butifarra 1891 estaba hecha en un pueblecito catalán, y si no recuerdo mal, que estaba hecha por un cocinero de allí de toda la vida, y que ellos se la traían desde ese pueblo para ponerla en el bar. Merece la pena probarla, de verdad. 

La butifarra negra de Vic se asemeja a una morcilla, pero su sabor es mucho más suave y menos pesada. 

Un dato, he probado muchos alioli en mi vida, pero él que acompañaba a esas patatas cocidas era espectacular. 

Os recomiendo que paséis un día, además, como veis en la foto, tienen una carta de cervezas nada desdeñable (para quien le guste la cerveza, al habla la abstemia, en esto nos fiamos de Pablo, ¿vale?).

La atención y la amabilidad del personal es un plus.  La atmósfera del lugar es tranquila puesto que, al tener solo unas cuatro o cinco mesas en la zona destinada para el comedor, el bullicio nunca es exagerado. 

Datos de localización:

C/ Juan de Urbieta, 12, Madrid. 

Horario: 

19:00 - 22:30

Sábados de julio: 

13-17 h.

Domingos y festivos: cerrado. 

Un abrazo,

Aran. 

¡Hola a todas y todos!

Hoy os vengo a hablar de algo que descubrí el otro día viendo los stories de milowcostblog. Se trata de dibujos por sonrisas, un proyecto solidario a través del cual se recaudan fondos para ayudar a llevar acabo distintas iniciativas dentro de los campos de refugiados.

La mecánica del proyecto es muy sencilla: hay distintos ilustradores e ilustradoras que han subido a la web que os dejo enlazada unas láminas dibujadas por ellos mismos. Tú te das una vuelta por el catálogo de imágenes y eliges la que más te guste y el dinero que vas a querer donar por esa imagen. El mínimo son 2€. Haces el pago mediante tarjeta y al momento recibes en tu correo la lámina que has elegido, con una resolución excelente.

Yo he elegido para el regalo de una amiga la de Javitxuela (Javier Boullosa) titulada "Pies".

Creo que ha quedado estupenda y que para decorar una habitación es maravillosa. He elegido esta en concreto por una serie de razones en particular, pero para resumir y no alargarme, porque me recuerda mucho a una serie de cosas que mi amiga me ha ido relatando con el tiempo y, que creo, concuerdan muy bien con lo que la imagen representa.

Os dejo también algunas otras láminas para que veáis que hay mucho donde elegir por si tenéis algún regalo que hacer a la vuelta de la esquina o no encontráis las láminas adecuadas para esa pared que tenéis desierta en casa.

1. Alfonso Casas 2. Amaia Arrazola 3. Lola Vendetta 4. Crisbel Robles

5. David Despau 6. Eduardo Leal 7. Georgina Torra 8. Eli Garcia

Me parece una gran opción elegir una de estas láminas, porque es algo mucho más especial que cualquier regalo que podamos comprar en las tiendas y, además, estamos ayudando a proyectos solidarios. ¿Qué os parece esta iniciativa? ¿Os animáis?

Hoy vengo a hablaros de un nuevo descubrimiento que quiero compartir con todas vosotras. Digo vosotras porque está indicado para las mujeres pero, los hombres con curiosidad están invitados a seguir leyendo y a descubrir un producto muy interesante. 

Me estoy refiriendo a las bragas COCORO, ¿Las conocéis? ¿Las habéis usado? Quizá algunas ya tengáis conocimiento sobre ellas y sobre cómo se usan y tal vez otras, ni siquiera sepáis de que os estoy hablando. ¡No pasa nada! Para eso estoy escribiendo esta entrada.

Las bragas Cocoro a mí me han encantado y me han dado una alternativa para los días de regla. ¿De regla? Sí, de regla. Las bragas Cocoro son unas bragas menstruales, es decir, están diseñadas para ser usadas los días de regla. ¡Pero qué dices, Aran! ¿Unas bragas para los días de regla? ¿Te has dado un golpe en la cabeza? No, no me he dado un golpe. Y sí, unas bragas para la regla. 

Las Cocoro se utilizan para los días de regla. Son un proyecto que ha visto la luz gracias al apoyo de un crowfunding, y no sabéis lo que me alegro. Yo me enteré tarde y no llegué a apuntarme al crowfunding pero, como no podía resistirme a probarlas, las pedí después. Estas bragas han sido diseñadas para absorber la menstruación, el flujo vaginal y algunas mujeres ya han comentado que también para las pérdidas leves de orina. Se pueden usar solas, es decir sin tampones o copas menstruales, o combinadas con esos productos internos. Eso dependerá de la cantidad de menstruación de cada una de vosotras, todo está en ir probando. 

Están compuestas por varios tejidos: el que más cercano está a nuestra vagina es de algodón, Luego, la base que recoge la regla sería de un tejido a base de poliéster que es absorbente, hidrófugo, antibacteriano y transpirable. La capa externa de las bragas, depende del modelo que escojamos, será de algodón, lycra u otros tejidos. 

Bien, ahora sé lo que estáis pensando, queridas lectoras. ¡Me estás vendiendo un pañal, Arantxa! NO. No os estoy vendiendo un pañal. Las bragas Cocoro no tienen nada que ver con los pañales, porque no se hinchan con el líquido como sí lo hacen los pañales. De hecho, no vais a notar ni dónde acaba el flujo o la regla. Porque a simple vista no vais a ver nada. Y no, si las lleváis solas no os va a manchar el pantalón la sangre. Olvidad eso. 

Creo que es lo más cómodo que he probado nunca para la regla. Otra de las ventajas que tiene es el dinero que ahorras, porque, ¿habéis echado cuentas de lo que cuestan los paquetes de compresas y cuántas utilizamos a lo largo del año? Por no hablar de lo contaminantes que son, compresas y tampones. No así la copa menstrual, claro. Pero para aquellas que no os termine de convencer la copa, esta es una alternativa magnífica. Es verdad que no son baratas, tampoco excesivamente caras y merecen mucho la pena, pero es que todo el trabajo que llevan detrás hay que pagarlo, además, se hacen en España. Así apoyamos al pequeño comercio también. Su precio ronda los 30 - 27€ depende del modelo.

Me gusta sobre todo porque al ser una braga, no tienes ninguna molestia. No como sucede a veces con las compresas, que al final, si son de alas, te acaban por molestar o provocar cierta urticaria en los muslos con el roce. Esto con las Cocoro no pasa. Además, no hay olor, ni humedad, vais a estar secas y cómodas. En la braga solo vais a ver, si es que lo veis, como una pequeña sombra de donde ha caído la regla pero, estará seca. Parece magia, pero de verdad os digo que no se sale la regla por ningún lado y que no os manchareis al usarlas. Pero esto lo tenéis que comprobar vosotras, porque mi cantidad de regla no tiene por qué ser la vuestra y, quizá, donde yo puedo usarlas todo el día, hay otras mujeres que necesitan cambiarla a mitad del día. Eso es ir probando. Yo al principio me las puse por casa el tercer día de regla, que ya es el menos abundante en mi caso y vi que todo estaba en orden. Al segundo mes, probé el segundo día de regla, donde la cantidad es más evidente, y todo en orden. Este mes ya las he usado el primer y segundo día (porque tengo dos) y todo magnífico. Diría que incluso son más cómodas que las bragas normales. 

¿Cómo hago para lavarlas? Se pueden lavar en frío en la lavadora, pero solo con detergente, nada de usar suavizante. O bien, como hago yo, para que sufran menos, a mano. Y se limpian en un momento. Además, no penséis que cuando las esteis lavando a mano se os va llenar todo de sangre, no. No vais a ver sangre, de todos modos, si vierais sangre, es vuestra, tampoco montemos ahora un drama. Es algo completamente natural. Se supone, según la web, que duran unos dos años.

Ya por último, porque os estoy dando una chapa considerable. Decir que los diseños de las Cocoro son muy bonitos, hay de muchas tallas y con algunos colores. No os penséis que son bragas feas, para nada. También existe la posibilidad de pedir más de tres y tener un descuento del 10%. Si os animáis y convencéis a otras chicas, quizá os salga a cuenta hacer un pedido conjunto. Por otro lado, si no queréis pedir tantas, sobre todo al principio, cuando solo queréis probarlas, si os inscribís en su newsletter os dan un 5% de descuento. 

¿Qué os parece esta alternativa a los productos normales usados para la regla? ¿Lo habéis probado? 

Si tenéis preguntas, no dudéis en escribirme: tanto en comentarios como al email. Estaré encantada de contestar, porque yo ya he hecho varias pruebas con ellas y estoy encantada. 

De todos modos, os dejo el link a su página para que podáis curiosear o aclarar dudas. Ellas lo explican mucho mejor y más claro: https://www.cocoro-intim.com

¡Un besazo! 

*Post No Patrocinado. 

- ¿Sabéis que existen varios tipos de píldoras? Píldoras con estrógenos y progestágenos, píldoras con solo progestágenos, minipíldoras… Y a cada una de nosotras nos puede venir mejor o peor unas u otras. Por eso os recomiendo ir al médico, que os hagan unos análisis antes de tomarlas e informaros en qué se diferencian y cuáles os pueden ir mejor. No tengáis miedo porque una no funcione, hay muchas y distintas.

- ¿Sabéis que no sois raras si no alcanzáis el orgasmo vía penetración, verdad? ¿Sabéis que hay algunas posturas que nos ayudan a alcanzarlo más fácilmente?

- ¿Os han conquistado los hongos alguna vez la vagina? Relax, es más común de lo que parece. El libro os ayuda con todo ello.

- ¿Preocupadas por las enfermedades a las que estamos expuestas por tener vagina? Calma, encontraréis una explicación exhaustiva sobre cada una de ellas y sin palabras raras.

- No quiero tomar la píldora, pero quiero protegerme, ¿hay algo para mí? Claro que lo hay, y seguro qué mucho más de lo que piensas.

- ¿Preocupada por tu “primera vez”? Las autoras tienen un capítulo sobre el tema con el que te sentirás comprendida y aclararás tus dudas.

- ¿Sabías que el óvulo no es una cosa inmóvil que espera la llegada de los espermatozoides? Pero, adivina por qué siempre nos lo presentaron como el elemento pasivo…

- Tu ciclo menstrual: aprende sobre cada una de sus fases y conócete.

Según Freud, las mujeres debían acudir urgentemente a un psicólogo si obtenían placer al tocarse el clítoris o si, Dios no lo quisiera, no alcanzaban el orgasmo durante el coito vaginal con su marido. Por supuesto, para el hombre esto molaba: si la tía no se corría, no se debía a que él fuera malo en la cama: era que ella debía trabajar consigo misma. El hombre obtuvo la bendición oficial para ir a su bola, correrse y dar la espalda, satisfecho, a su pareja al apagar la luz. El placer de la mujer era responsabilidad de ella (Brochmann y Stokken 2017, 146).

Resulta que las parejas que gozan de intimidad afectiva, que hablan de sus sentimientos, necesidades y expectativas, a la larga se sienten más satisfechas tanto con su relación como con su vida sexual. Al expresarse sin tapujos deseos y necesidades sexuales, se crea seguridad y satisfacción. Las parejas que hablan de sexo no solo se sienten más satisfechas, sino que también tienen más sexo (Brochmann y Stokken 2017, 125).

El tercer tipo de mutilación genital femenina es la que suele recibir más atención, ya que representa el cambio más radical. Se cosen los labios mayores de modo que solo quede un pequeño agujero en la abertura vaginal. A veces se amputan los labios menores y el clítoris en la misma operación. Tanto la orina como la sangre menstrual salen por la abertura artificial. […] El mismo problema puede surgir durante la menstruación, al acumularse la sangre en la vagina. El resultado es un caldo de cultivo para las bacterias, que pueden causar infecciones en los genitales y las vías urinarias (Brochmann y Stokken 2017, 344-45).